Alejandrita y Diodo son los dos sistemas de depilación láser más utilizados. Se trata de procedimientos idénticos en la concepción, pero con peculiaridades diferenciales en la práctica. A través de este artículo profundizamos en las características de cada uno.
Alejandrita y Diodo son los láseres pulsados que se utilizan en la actualidad para depilación. Ambos emiten en la zona del infrarrojo: el Diodo, por regla general, en 800 u 810 ηm y el Alejandrita en los 755 ηm. El primero emplea diodos de emisión, mientras que el segundo utiliza el estado sólido como medio activo. La consecuencia es que, en la práctica, pueden presentar diferencias constructivas, entre ellas el sistema de enfriamiento de la piel, los tamaños de spot, la velocidad de trabajo, la potencia energética disponible, etc.
En cualquier caso, resultaría una osadía afirmar qué láser es el más adecuado para una persona que ha decidido iniciar su tratamiento de depilación láser. Hay innumerables factores, muchos de ellos incontrolables, que lo condicionan. De hecho, es habitual y muy normal encontrarnos, en un mismo individuo, zonas más apropiadas para un tratamiento con láser de Alejandrita y otras más idóneas para el láser de Diodo.
Quizás, con un ejemplo, se entenderá mejor esta idea: a las axilas de la persona A les va mejor el Alejandrita, pero sus piernas necesitarían un Diodo; en cambio, a otro individuo B le puede ocurrir justamente lo contrario, sus axilas requieren Diodo y las piernas Alejandrita.
¿A qué se deben estas curiosas diferencias de comportamiento? En primer lugar, a esos 45 o 55 ηm de diferencia en la luz emitida. Además, hay innumerables factores técnicos y personales que condicionan el rendimiento del tratamiento y, por si fuera poco, muchos de estos factores cambian a medida que progresa el mismo.
La experiencia que acumulamos en Dpila nos ha permitido encontrarnos con realidades tan curiosas como variopintas: zonas corporales con poca pigmentación y niveles de absorción a los Diodos superiores a los de Alejandrita; y en otras ocasiones, justo lo contrario: zonas también con bajas concentraciones de melanina pero con menores índices de absorción en los 800 ηm (láser de Diodo) que en los 755 ηm (láser Alejandrita). Considerando estos comportamientos, ¿cómo va a ser posible asegurar de antemano qué tecnología es la más adecuada?
Lo cierto es que ambas opciones tecnológicas son muy interesantes y estarían indicadas, a priori, para los fototipos de piel mediterráneos, aunque ninguno de los dos constituiría a fecha de hoy un procedimiento de depilación definitiva.
En Dpila utilizamos láseres con tecnología de Alejandrita porque hemos concluido que se trata de un láser eficaz para una gran mayoría de público y, además, porque es capaz de obtener resultados óptimos en un número elevado de personas, incluso con menos sesiones que con Diodo. Asimismo, este láser posibilita tratamientos más cómodos e indoloros, en los que no es necesario ni recomendable utilizar crema anestésica.
A modo de conclusión, podemos afirmar que con el paso de los años nos hemos convencido plenamente de que los resultados de un tratamiento de depilación láser están más condicionados e influidos por otros factores diferentes a la longitud de onda del láser empleado.