Rasurar la zona corporal (no facial) antes de un tratamiento láser es requisito previo en toda visita. Pero cuál es el motivo, por qué no se realiza ese rasurado en cabina el día de la sesión y… qué pasa si no lo hago.
Vayamos por partes.
En primer lugar vamos a aclarar cuál es el motivo por el que el cliente ha de realizarse la sesión con el pelo visible (el tallo) rasurado.
Es sabido que la luz se siente atraída por el pigmento sea del tipo que sea, pues bien, si ese primer pigmento que se encuentra la luz láser en su camino hasta el folículo piloso (objetivo del tratamiento) es el pelo externo, parte de la luz que debería llegar hasta el folículo se desperdicia en ese pelo externo el cual pulveriza y hace desaparecer.
Ello supone que la cantidad final de energía restante (tras parte haber sido absorbida por el tallo visible del pelo) y que tendría que llegar hasta el folículo piloso una vez pasada la barrera de la epidermis, será muy probablemente insuficiente para provocar el daño buscado a través de la concentración del calor de la luz.
En ese caso la siguiente pregunta sería plantearse por qué no se puede realizar el rasurado en cabina por el personal técnico ese mismo día.
Ciertamente no se trata de una voluntad del centro por evitar esa labor para poder ir más rápidos en el tratamiento o de minimizar así la inversión en el proceso. Viene sencillamente justificado por el hecho de que generalmente un rasurado, por muy bien realizado que esté, supone un daño a la piel traducido en irritación o incluso en micro heridas que con una fuente de calor inmediata como es un láser, no puede más que empeorar y provocar en el peor de los casos un daño mayor en la piel.
De ahí que se recomiende rasurar la zona en el domicilio con una antelación mínima de 24 horas, pudiendo incluso ser de 48, para dejar en ese periodo de tiempo que la piel se calme y llegue al día del tratamiento en perfectas condiciones para tolerar sin mayores riesgos el aporte de calor al que se verá sometida.
¿Cómo ha de realizarse ese rasurado?.
Es necesario hacer el rasurado adecuadamente para que el efecto sea el buscado y la agresión a la piel mínima.
Por ello es necesario utilizar las cuchillas idóneas para la piel que por lo general no requerirán ser de más de 2 hojas de corte. Si bien es cierto que cuantas más hojas mejor es el corte, hay que tener también en cuenta que la agresividad del rasurado aumenta según el número de hojas de corte. Por otro lado, utilizar cuchillas de una sola hoja va a suponer hacer mayor presión sobre la piel para poder dar lugar a un rasurado apurado.
En cualquier caso como siempre, el grosor de la piel y el tamaño del pelo pueden requerir unas cuchillas u otras en función de la resistencia pero en cualquier caso es siempre aconsejable comenzar por las menos agresivas.
El sentido del corte ha de ser el mismo que el del pelo, hacerlo a contrapelo supondría una mayor probabilidad de herida. Por otro lado hay que utilizar crema de afeitar o cubrir la zona con gel de ducha para que haga una película sobre la piel y facilite así el deslizamiento evitando el daño.
Tras ello, o bien tiramos la cuchilla si no se va a utilizar en breve o bien la lavamos con agua y jabón, la aclaramos bien sin golpearla puesto que el pelo adherido a la cuchilla saldrá con un buen aclarado y la secamos al aire.
Finalmente no hemos de olvidar como principal gesto de cuidado para nuestra piel, hidratar con crema la zona.
Y ya estamos en disposición de ir a nuestra sesión de depilación por luz con una piel cuidada y debidamente preparada.
Es muy cierto. Además hay que tener en cuenta que ya de por si al pasar la cuchilla por la piel, estamos provocando una agresión externa a ella, y esta necesita recuperarse para poder ser trabajada con la intensidad que requiere la piel.
Buenas tardes Eloisa.
Efectivamente, muy sabias palabras. Así es.
Se nota que estás al tanto de este tema, nos alegra contar también con gente como tú entre nuestros lectores.
Un cordial saludo.
El Equipo de Dpila.
si ya hiciste todas las secciones de depilacion laser, y aún te crecen bellos, te los puedes rasurar ?
Buenas tardes,
No hay ningún problema en rasurarnos ese bello que nos ha quedado al acabar un tratamiento. No es perjudicial.
Pero lo que nosotros decimos al no ser un tratamiento definitivo sino a muy largo plazo, que es muy favorable las sesiones de mantenimiento anuales. Pueden variar dependiendo de la persona pero entre 1-2 al año pueden ser necesarias para el correcto tratamiento.
Un cordial saludo.
El Equipo de Dpila.