Estudio previo a la depilación láser

Medimos tu piel antes de cada sesión con dermometría

La dermometría se trata de un sistema de asistencia a la depilación láser que, a partir de principios de ingeniería, permite medir la piel antes de cada sesión. Creado y desarrollado por Dpila, se ha convertido en el único procedimiento científico de depilación láser del sector.

Se traduce en una herramienta de medición que se utiliza para predecir la respuesta de la piel y del pelo en el momento real del  tratamiento de depilación láser.

Factores influyentes en la medición

Las mediciones resultantes variarán según la pigmentación natural o química y concentración de cromóforos presentes en la piel.

Son datos que se ven modificados en función de la absorción al láser que tenga la piel y determina la presencia de componentes exógenos (tatuajes, maquillaje, etc.).

Proceso seguro y personalizado

Permite realizar un ajuste preciso de los equipos de depilación láser para adecuar el tratamiento al caso concreto de cada zona a tratar.

Se aplica, un breve instante, la sonda de lectura sobre la zona de piel a analizar para obtener la medición.

La información obtenida proporciona los parámetros ópticos de la piel y los correspondientes ajustes del láser.

El procedimiento es rápido, indoloro, no invasivo y está realizado por personal técnico formado específicamente para su manejo.

Depilación láser corporal

El mejor resultado posible con el menor número de sesiones posible

Evaluar la piel y el pelo constituye un verdadero desafío para el profesional a la hora de decidir cómo configurar el tratamiento de depilación láser.

En Dpila hemos aportado, en esta dirección, un gran avance: el estudio previo. Se trata de un método exclusivo, no invasivo y rápido de asistencia a la depilación láser. Con él se aparca definitivamente la subjetividad, ya que se aplican criterios científicos para medir ópticamente las características de la piel del usuario antes de configurar los parámetros de cada tratamiento de depilación láser.

Así, gracias a la dermometría, estamos ofreciendo tratamientos de depilación láser mucho más seguros, cómodos y precisos, reemplazando las valoraciones intuitivas e inciertas, así como las pruebas de acierto/error con energía real sobre la piel, por las mediciones científicas que proporciona el equipo.

En Dpila hemos optado por utilizar láseres con tecnología Alejandrita: nuestra experiencia nos ha permitido concluir que se trata del láser más eficaz para un gran porcentaje de la población. Los ensayos de laboratorio evidencian que la longitud de onda que mayor absorción genera en la melanina son los 755 ηm, que es precisamente la que emiten este tipo de láseres.

¿Por qué la tecnología láser Alejandrita?

No agrede a la piel: Alejandrita no agrede a la piel, incluso las más pigmentadas. Es la primera ventaja de usar láser Alejandrita en depilación frente a cualquier otra tecnología láser

Cualquier tono: Esta goza de gran experiencia y conocimiento acumulado y, dada su longitud de onda y características técnicas, es capaz de tratar la práctica totalidad de tonos de vello

Menos sesiones: En consecuencia de todo, el número de sesiones se reduce significativamente respecto a otras tecnologías, obteniendo resultados a largo plazo sin la adquisición de numerosas sesiones

¿Cómo planteamos nuestros tratamientos?

Planteamos nuestros tratamientos en dos fases: una primera programada —más reducida en el tiempo— y otra posterior personalizada, sin ritmos fijos ni pautas prefijadas. El desarrollo de estas sesiones personalizadas se lleva a cabo en función de los ritmos propios de renovación del pelo en cada zona, de los condicionantes hormonales y personales, etc. Es decir, depende de un complejo y personal conjunto de factores cuya determinación íntegra, a priori, resulta imposible.

Los pasos que seguimos en nuestro procedimiento son:

  1. al comenzar cada visita medimos la piel con dermometría;
  2. a partir de esta información, configuramos el láser;
  3. después, definimos y ejecutamos el tipo de sesión a realizar;
  4. para terminar, indicamos el criterio para decidir el momento de llevar a cabo la siguiente sesión.

Este último punto es determinante en la mejora de los resultados, los cuales siempre se ven condicionados por la sincronía folicular que se está logrando y por razones biológicas relacionadas con la fase de crecimiento en la que se encuentra el folículo.

¿Cuál es el momento idóneo para realizar una sesión?

Estos protocolos de trabajo nos permiten definir con garantías una de las mayores dificultades técnicas: cuándo realizar cada sesión. La fase inicial programada tiene un doble e importante propósito: cambiar los ritmos de los ciclos foliculares —haciéndolos tender a la sincronía folicular— y dejar preparada la zona para iniciar la posterior fase individualizada.

De este modo, y de cara a las sesiones personalizadas, se consiguen dos grandes ventajas:

  • identificar con precisión cuál es el momento ideal para aplicar la siguiente sesión;
  • tratar una mayor cantidad de pelos en ese estadio concreto de la fase anágena en que se da la mejor relación entre la mayor concentración de melanina y la menor profundidad de la raíz. Este es el instante óptimo para mejorar los resultados, ya que se asegura la máxima absorción al láser con la menor necesidad de energía.

Ambos logros son la base que posibilita la realización de un tratamiento ad hoc, más personalizado, eficaz y satisfactorio, y mucho menos costoso en cuanto al número de sesiones. Estos principios son aplicables, medibles y distintos en cada zona corporal que va a ser tratada.

Lo idóneo es realizar la sesión en ese momento de la fase anágena en que se da el mejor ratio entre la concentración de melanina y la profundidad de la raíz. Identificar este momento no es sencillo. Se trata de un instante en el que el pelo no ha aparecido todavía por encima de la piel. La dificultad radica en que ese momento no se puede detectar, por lo cual hay que esperar a la aparición del pelo, pero sin aguardar a que la zona esté poblada o haya transcurrido demasiado tiempo. Con todo, si además se ha conseguido la sincronía adecuada, es posible asegurar la mayor demora en la regeneración del nuevo pelo en el folículo tratado, apareciendo un mayor porcentaje de folículos anágenos en la sesión.

Nuestra dinámica de trabajo hace posible un enfoque racional a la hora de pautar los tratamientos de depilación láser, el cual se puede encajar perfectamente con el deseo personal sobre cuándo realizar el siguiente tratamiento: es decir, cuando el pelo comience a reaparecer en la piel.

¿Qué zonas tratamos?

Diferenciamos claramente dos tipos de zonas a tratar: faciales y corporales, cuyos protocolos de trabajo son notablemente distintos.

Los tratamientos faciales, cuyos resultados pueden quedar condicionados por innumerables factores externos y personales, siempre precisan un mayor número de sesiones que los demás. Por ello realizamos unos procedimientos exclusivos de trabajo con pautas muy concretas, cimentados en nuestro exclusivo sistema de protocolos dobles, que están demostrando una eficacia excelente en 9 de cada 10 usuarios.

En nuestros procedimientos faciales no es necesario el rasurado o corte previo del pelo de la zona, algo que sí es preciso en el resto de las zonas corporales, preferiblemente un día antes de la sesión. Nuestros tratamientos corporales de depilación se basan en los principios técnicos y científicos que diferencian nuestro enfoque, partiendo de la dermometría óptica para aportar soluciones personalizadas de depilación láser. Y disponemos, además, de packs combinados que unifican en tiempo y coste su realización, muy adecuados para la primera fase programada.

¿Cómo es nuestro personal?

La formación continua es una constante para todo nuestro personal. Solo unos conocimientos exhaustivos y permanentemente actualizados nos conceden la autoridad necesaria para ofrecer al cliente una información completa y realista. Contar con centros propios, en vez de ser una franquicia, nos ha ayudado enormemente, también, en esta dirección.

Dado que realizamos nuestros propios análisis, mediciones e investigaciones sobre el funcionamiento de los equipos de depilación láser, hemos terminado elaborando unos protocolos de trabajo específicos que se han convertido en la guía de actuación de nuestro personal.

De igual manera y de forma continuada, analizamos y mejoramos los procedimientos de trabajo que incrementan la comodidad, la seguridad y la mejora de los resultados. La información obtenida se estudia y se elabora periódicamente, poniendo el foco en los indicadores de la programación de los láseres que nos permiten adaptarlos mejor a cada caso; así como en el análisis en equipo de situaciones de clientes específicos que, por sus características significativas, requieren un protocolo de trabajo propio.

Chica joven tumbada en cama

Depilación láser facial

La depilación facial no nos da miedo

¿Por qué decimos eso? Porque no siempre es así. Los tratamientos láser en zona facial requieren un trabajo minucioso, tiempo de dedicación y un adecuado protocolo de trabajo dada la complejidad en los resultados, consecuencia de la influencia hormonal en el vello facial.

Antes de cada sesión de depilación láser en cualquier zona del cuerpo, incluida la cara, la piel ha de estar visiblemente sin pelo. De esta manera la energía emitida no se desperdicia en el tallo, sino que se optimiza en el tratamiento de la raíz, la zona más determinante en el crecimiento del vello.

Nuestro sistema de trabajo a día de hoy nos ha permitido posicionarnos como especialistas en depilación láser facial. Por algo será…

¿Cómo es nuestro sistema de trabajo?

La principal novedad que incorporamos en la preparación de nuestra depilación facial es la realización de una sesión preparatoria a la que nuestros clientes deben acudir con la cara al natural, sin rasurar ni cortar el pelo con tijera. Nosotros nos encargamos en dicha sesión (que se realiza en la misma visita del tratamiento) de eliminar también ese vello visible con una técnica profesional: sin tijeras ni cuchillas.

¡Adiós a las cuchillas y tijeras en la cara!. Eliminaremos la parte visible de vello el día de la sesión con la intención de que el cliente salga de cabina con la zona prácticamente limpia de pelo, otra ventaja más.

Además de ello, esta técnica nos permite conseguir una mayor efectividad del tratamiento. Actuando de esta manera conseguimos maximizar el aprovechamiento de la energía que, al no ser desperdiciada en el pelo externo, actúa directamente sobre la raíz.

Gracias a ello y a las mediciones de la piel realizadas por nuestro sistema de Dermometría, resulta más sencillo determinar qué densidad de potencia es la idónea para, sin dañar la piel, obtener los resultados adecuados en cada zona con el menor número de sesiones posible.

Una vez concluida la sesión preparatoria comienza la sesión en sí de forma completamente personalizada, ya que la energía y ritmo de sesiones se adaptan a la evolución y a las características concretas de cada individuo.

Chica sonriente mirando a cámara