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Cómo depilar pieles morenas

Sep 14, 2016 | Depilación

Al contrario de lo que mucha gente piensa, ningún tipo de láser es mejor que otro para depilar pieles morenas. Sin embargo, hacerlo exige un conocimiento técnico completo, la medición científica y el dominio del equipo láser empleado. Lo importante no es con qué, sino cómo. Resulta bien sabido que la principal medida de precaución a la hora de aplicar un tratamiento de depilación láser es mantener la piel en…

Al contrario de lo que mucha gente piensa, ningún tipo de láser es mejor que otro para depilar pieles morenas. Sin embargo, hacerlo exige un conocimiento técnico completo, la medición científica y el dominio del equipo láser empleado. Lo importante no es con qué, sino cómo.

Resulta bien sabido que la principal medida de precaución a la hora de aplicar un tratamiento de depilación láser es mantener la piel en unos adecuados niveles de pigmentación. La melanina, que se ve modificada por la exposición solar, es el principal cromóforo capaz de modificar la cantidad de pigmento de la piel.

Así, la absorción de luz es mayor cuanto más pigmento hay: cuanta más melanina, más absorción, más generación de calor y, en consecuencia, mayor temperatura. Esto ocurre igual con la piel y con el pelo. Es decir, cuanto menos morena está la piel, menos riesgo se corre de quemarla, porque al existir menos cantidad de pigmento se produce una menor absorción y una generación inferior de calor, lo que reduce la temperatura alcanzada.

Dándole la vuelta a esta realidad, la pregunta sería: ¿qué láser debemos emplear para depilar una piel morena sin quemarla?

La respuesta es contundente: ¡todos!

Podemos depilar pieles morenas, sin riesgo alguno, con cualquier tipo de láser, ya sea de Diodo o de Alejandrita. Lo importante no es qué láser se aplica, sino cómo se hace. Y hay que hacerlo, inevitablemente, cumpliendo dos etapas:

1º. Medir correctamente los niveles de absorción de la piel, en ese mismo instante, con un equipo fiable e ignorando las valoraciones subjetivas del operador del láser.

2º. A partir de esta información y gracias al dominio técnico y práctico del equipo láser, adaptar correctamente la configuración del tratamiento para adecuarlo con eficacia al pelo existente sin dañar la piel. Y es que, cuando se dispone del equipo y los conocimientos apropiados, es posible identificar, adaptar y configurar correctamente todas las magnitudes que influyen en el proceso: densidades de potencia, diagrama temporal, frecuencias de los disparos, diámetros del haz de luz, sistema de enfriamiento, etc.

Hay que desterrar, definitivamente, los falsos mitos. Para depilar pieles morenas lo importante no es el láser, sino la destreza en su manejo. Cualquier láser es válido cuando se conocen el umbral de energía que daña la piel y el que genera la eliminación del vello. Es muy sencillo:

·    Si la energía necesaria para depilar el pelo es tal que daña la piel, el tratamiento no debe aplicarse, pues resulta imposible depilar el pelo sin perjudicar a la piel.

·    Y al contrario: si la energía requerida para depilar el pelo es menor que la que daña la piel, lo fundamental es conocer estas medidas para configurar correctamente el láser. Da igual con qué tecnología se aplique.

¿Tienes la piel morena y necesitas depilarla? No preguntes por el láser; infórmate sobre la preparación y el dominio del operador del equipo, así como sobre sus sistemas de medida y determinación de los umbrales de energía. Si se sabe manejar y está bien configurado, cualquier equipo láser es idóneo.

Por todo esto, en Dpila, hemos sido pioneros y venimos trabajando desde hace muchos años en mejorar la sencillez, la seguridad y la precisión de la programación de nuestros láseres.

Apoyándonos en la dermometría óptica y gracias a una patente exclusiva propia, estamos utilizando el analizador óptico VF11, que facilita a los operadores de la máquina los parámetros de trabajo de una manera científica —nunca subjetiva ni estimada—, por lo que garantiza la realización de tratamientos totalmente adaptados a las singularidades personales, de la piel y del pelo, en cada caso.

Y por supuesto, también, en las pieles morenas como la tuya.