El riesgo de quemadura es uno de los principales efectos secundarios de los tratamientos de depilación, sean estos con láser o con luz pulsada intensa (ipl). La posibilidad de sufrir una quemadura siempre está presente, ya que el aumento de la temperatura en las zonas a depilar es el propósito de estos sistemas y, en consecuencia, se trata de un riesgo inherente a la tecnología aplicada.
La incorporación y el desarrollo de innovadores sistemas tecnológicos —equipos de medición de melanina, equipos de lectura de niveles de absorción de la piel y sistemas de enfriamiento de la misma, como el gel, el criógeno, el aire frío o el enfriamiento por contacto— permiten incorporar la ciencia, más allá de la subjetividad, a la prevención y reducción de estos daños potenciales.
El avance obtenido en esta dirección, muy especialmente gracias al exclusivo sistema de dermometría óptica de Dpila, aumenta el contexto de seguridad de cada tratamiento; si bien a día de hoy es imposible eliminar por completo el riesgo de quemadura en la depilación láser e ipl, el cual aparece cuando se produce un exceso de absorción energética por parte de la piel. La melanina, el principal cromóforo de la epidermis, es el responsable de este proceso; motivo por el cual el riesgo es mayor en los casos de fototipos altos y en las zonas del cuerpo con una mayor pigmentación, como pueden ser las piernas inferiores o el empeine, en las que el hueso se encuentra cerca de la piel.
La aplicación de sistemas tecnológicos de última generación es, en cualquier caso, imprescindible y exigible para prevenir este tipo de problemas que, si bien estadísticamente son escasos, nunca pueden evitarse al cien por cien. Además, la aplicación de estas medidas favorece que la evolución de esas quemaduras sea positiva y su resolución completa.
En definitiva, puede asegurarse que la depilación láser y la depilación con luz pulsada intensa son actualmente procedimientos seguros, en especial cuando se aplican los criterios y sistemas tecnológicos de la dermometría óptica aunque, como cualquier otra creación humana, no son infalibles.